El mundo por delante.
Desde hace miles y miles de años en este mundo hubo iluminados. Gente que encontraba respuestas antes de formular las preguntas. Y al expresar los interrogantes la meditación y el silencio era nexo para encontrar sabiduría. Esta es nuestra palabra clave. Sabio es el que calla sus labios e invoca el diálogo del universo ante la injusticia de la percepción visual, auditiva , olfativa y táctil. La boca es el instrumento que por añadidura a las cuerdas vocales que se albergan en el ser humano, es el medio por el cual el ser humano aprende a incertarse en la cultura o muere por haber mordido el anzuelo. Algunos exponentes hablaron muchas veces de piedras en el camino, de tropezarse con las piedras de caerse y levantarse. Las piedras siempre fueron metáforas de los errores. Sin embargo, las palabras son en sí mismas las que nos marcan el camino o nos esclavizan. Así clasificamos promesas y mentiras, halagos y agravios. Sin embargo el sabio no se deja tentar por estos caminos. En el silenc