Los poderes mentales de la babosa.
En esta oportunidad les traigo una de esas coloridas anécdotas cotidianas que me caracterizan, sólo para reírme de mi misma y no aceptar que hay cosas que me llenan de pánico. Por ejemplo: las babosas o las comúnmente llamadas caracoles homeless (sin hogar). Domingo a la tarde. Precisamente no hace mucho calor pero estaba en la ardua tarea de cortar el césped en casa y mis ojos miopes detectan inevitablemente una babosa arrastrándose lentamente por el camino de lajas. ¿Cual fue mi reacción? Bueno. Algo desmedida. Digamos que me paralicé. Que te paralice un bicho lento como un caracol ya es como te gane por goleada el peor equipo de la tabla. O sea... ahí estaba yo mirando la babosa, que seguramente estaba mas concentrada en como entrarle al césped sin que yo la ejecute con las cuchillas. ¿Como funciona la fobia en el sentido mas paródico? No importa cual sea la realidad... la babosa es peligrosa. Y es hasta patético, ¿cuanto puede moverse una babosa? ¿Que tan rápido? No importa. La fob